Tips 1
Personalización: A la hora de comenzar tu empresa es esencial que te preguntes cuál será tu target o público objetivo, es decir, quiénes serán tus potenciales clientes. Una vez determinado eso, puedes definir cómo quieres proyectarte. Por ejemplo, ¿quieres destacar por ser una marca conservadora y tradicional o juvenil y original?
Tips 2
Continuidad visual: La identidad corporativa debe ser una entidad global que ayude a diferenciarte de la competencia. Para construirla debes elegir los colores y formas que te caracterizarán y que utilizarás en diferentes elementos para crear esta continuidad visual (diseñar los logos, crear la página web, en las campañas publicitarias, por ejemplo). El color y la forma deben ser constantes en todos los aspectos de desarrollo gráfico.
Tips 3
Cuidado del detalle: Hay aspectos generales que son imprescindibles, sin embargo, nunca hay que descuidar los detalles que son los que finalmente hacen la diferencia. La impresión de tarjetas con el logo de tu empresa y datos de contacto, papelería (encabezado de folios, presupuestos, facturas, sobres, por ejemplo), uso de firma corporativa en los correos electrónicos. Una buena presentación de estos elementos siempre dejará una impresión positiva en el cliente.
Tips 4
Solidez: Una imagen corporativa sólida debe permanecer en el tiempo. Los clientes gradualmente se familiarizan con la esta identidad, y si se cambia de forma precipitada perderás el reconocimiento y consistencia que has ganado. Normalmente las imágenes corporativas ya creadas sólo se cambian en casos en los que se necesita una modernización o adaptación al mercado y son sumamente planeadas a través de múltiples estudios.